PSITTACUS ERITHACUS ERITHACUS 


LORO GRIS DE COLA ROJA. YACO.




Al loro gris africano se le conoce con diferentes nombres: LORO GRIS DE COLA ROJA, YACO.


Su nombre científico es: PSITTACUS ERITHACUS ERITHACUS.


Forma parte de la gran familia del género PSITÁCIDOS y es la única especie dentro del género PSITTACUS.


Dentro de esta especie existen 3 subespecies, siendo el PSITTACUS E. ERITTACUS (LORO GRIS DE COLA ROJA) el nominal.


El PSITTACUS E. TIMNEH más pequeño y con la cola de color vinagre que hace referencia a su nombre común.


Y el PSITTACUS E. PRINCEPS que toma el nombre de las islas de dónde procede.


Son originarios de Africa ecuatorial, Guinea...Su distribución abarca desde la costa Atlántica, golfo de Guinea hasta el lago Victoria.


 DESCRIPCIÓN


 



Existe un leve dimorfismo sexual que solo es apreciado por expertos. En comparación con las hembras los machos son mayores de tamaño y es más oscuro su plumaje, la cabeza más plana y cuadrada y el pico de mayor dimensión.


El peso del macho adulto está entre los 500gr. incluso puede llegar a pesar 600gr. mientras que las hembras no suelen sobrepasar los 500gr.


A pesar de que estos datos a ojo son orientativos no nos fiaremos a la hora de confirmar el sexo. Si adquirimos un ejemplar lo llevaremos al veterinario para que lo sexen con los diferentes métodos fiables que existen: El sexaje por Endoscopia y por ADN o lo adquiriremos ya sexado y con el Certificado correspondiente de sexaje emitido por un Laboratorio veterinario.


Referente a poder determinar la edad de un ejemplar solo podemos diferenciar un ejemplar joven de menos de un año o de uno que sea adulto pero sin poder especificar la edad exacta no siquiera aproximada ya que presentan las mismas características tanto con dos años como con 50, no hay diferencias ni ningún factor físico que lo indique.


Un ejemplar de menos de un año aún no ha mudado la pluma, el color general de sus plumas es más pálido, tanto en el rojo de la cola como en el resto, sus ojos son grandes y negros y aún no tienen su peso definitivo.



Un ejemplar adulto se le reconoce principalmente por el color de sus ojos, el iris lo tendrá totalmente amarillo.




CARÁCTER GENERAL


Los loros grises son inseguros, miedosos y muy temerosos sobre todo de lo desconocido.

Para ellos su entorno es como un ritual, el orden es muy
importante, tanto del ambiente en general como de los horarios y costumbres de los miembros de la familia y se atemorizan ante cualquier cambio, por tanto tenemos que proporcionar a nuestros "grises" seguridad y confianza.




Necesita participar de la vida familiar, estar lo más cerca posible de nosotros incluso formar parte y participar de algún alimento a las horas de nuestras comidas, algo tan simple como darle a comer un trocito de pan o un trocito de fruta, siempre teniendo en cuenta que sea de los alimentos que pueden comer y no les perjudica, le haremos inmensamente feliz, conocerá ese momento y lo esperará con nerviosismo incluso nos lo pedirá y relacionará ese acontecimiento comiendo a la vez con nosotros.


Tienen mucha facilidad y habilidad para aprender a hacer cosas y a la vez divertirse con ello.



El loro gris es un excelente hablador, imita a la perfección toda clase de sonidos, ruidos y melodías, puede repetir y aprender infinidad de palabras, frases, canciones. A veces nos asombra porque dice las palabras precisas en el momento adecuado.

 


Pueden imitar a la perfección las diferentes voces de los miembros de la familia, hacen voces agudas y graves, imitan la vocecita de un niño, el lloro de un bebé, la voz grave de un hombre y aguda y fina de una mujer o niña, ladran como un perrito, no hay sonido que se les resista! el chirriar de una puerta, el sonido del teléfono, cantan canciones, se ríen, bailan … son muy divertidos!



No hace falta repetir las palabras para que las aprendan, ellos van aprendiendo de forma natural todo lo que les llama la atención, hay que hablar con ellos, interactuar y que sea parte de nuestra familia como un miembro más que debe sentirse mimado y querido.


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Es muy alegre y juguetón, un ejemplar criado a mano no presenta ninguna dificultad para ser domesticado y aprender rápido cualquier cosa que le enseñemos, aprenden a hablar con mucha rapidez y sus primeras palabras suelen decirlas perfectamente a los 4-5 meses de edad.


Podemos compararlo como si tuviéramos un niño en casa, siempre nos está observando, controlará nuestros movimientos y requerirá nuestra atención constantemente por lo que es necesario que le hablemos cuando estemos cerca de él. Ante todo no tiene que sentirse desatendido. Son animales muy sensibles.



Por otra parte puede estar solo parte del día con sus juguetes y se recomienda dejar una radio a un volumen moderado para que le haga ambiente y le de compañía, oirá música, hablar y eso en bueno para ellos el no estar en silencio total.


Si estamos en casa necesita nuestra atención y le tenemos que dedicar parte de nuestro tiempo para que se sienta feliz y no caiga en un grave problema de conducta causado por abandono que ahora no viene al caso contaros.


Solo intento que se entienda que un loro no es un objeto decorativo y que hay que tenerlo atendido, que resulta fácil y divertido y que su presencia y sus conversaciones alegrarán la vida familiar, necesita cariño y formar parte del grupo y participar en un entorno seguro.


Los loros grises son muy inteligentes y diferentes estudios han demostrado que es comparable a la de un niño de 5 años, aunque emocionalmente es inferior. Son muy sensibles, detectan y les afecta cualquier cambio en nuestro carácter.



En su hábitat viven en grupos o colonias y en cada una hay un líder el cual ejerce su autoridad, es por este motivo que encajando un ejemplar dentro de nuestra familia tenemos que tener claro que uno de sus miembros será su líder ya que si no es así se elegirá él como tal, cuanto más claro dejéis el tema mucho más feliz será. 


Elegirá a un miembro de la familia al cual le dejará manipularlo a su antojo y estará deseando jugar con él, le regurgitará comida con el fin de demostrarle su cariño, su expresión corporal será similar como si fuera su pareja, le hará como una especie de cortejo con alas caídas, emitirá unos sonidos característicos.


No le vais a engañar fácilmente y conviene que el dueño ejerza un papel superior según la jerarquía que ellos entienden mediante un lenguaje corporal y con miradas, hay que situar el loro de manera que no esté más alto que vuestra cabeza, siempre por debajo para que no se sientan superiores.


Ellos no entienden el lenguaje de los cachetes o la violencia cuando hacen algo mal, no reaccionan de la misma manera que lo haría un perro o un gato. No tenemos que gritarles si nos pican porque lo entienden como una respuesta a ese acto y el resultado sería el contrario al que pretendemos.


EL YACO COMO MASCOTA



Los ejemplares que han sido criados por nosotros (papilleros) les gusta ser manipulados y tener contacto directo, necesitan salir de la jaula a diario para volar y jugar con nosotros, tienden a volar y a posarse en nuestra cabeza para estar más altos, esto hay que evitarlo por lo molesto que resulta, es mejor acostumbrarlos a que vengan a nosotros y se posen en nuestra mano, también les gusta posarse en nuestro hombro e ir con nosotros a todas partes.


Sus instintos naturales salvajes los tienen intactos por eso siempre hay que tener cuidado cuando interactúan con la gente, sus reacciones como cualquier otro animal pueden ser imprevisibles.


Son pájaros fuertes y su pico también lo es, sus garras están dotadas de unas uñas finas que arañan como si fueran gatos. Necesitan ser socializados muy bien desde pequeñitos e irlos formando y adaptando en la familia a lo largo de su crecimiento para que sean perfectos mascotas y tener controlados estos aspectos.



Los grises necesitan unos días para adaptarse a su nuevo entorno y familia, necesitan acostumbrarse a las nuevas voces y sentirse seguros. En estas circunstancias son muy tímidos y cautos por naturaleza y necesitan un periodo de adaptación.




Son temerosos con nuevas personas, jaula y objetos, tenderán a estar quietos y observar lo que tengan a su alrededor antes de moverse con libertad dentro de su jaula, necesitan conocerlo todo y tener confianza.




Un pollito de YACO criado a mano tiene la ventaja de estar adaptado al trato con las personas y se pueden manejar de inmediato, de todas formas hay que tener paciencia e ir despacio, antes tiene que acostumbrarse a la voz de sus nuevos dueños y a su nuevo hogar y entorno en general.


La domesticación, educación y formación de un loro requiere de mucha paciencia y dedicación, nunca castigar ni pegar a un loro, ellos no entienden ese “lenguaje” y solo serviría para que perdiera la confianza que habíamos ganado con él y tendríamos que empezar de nuevo de cero.




Necesita confiar en nosotros y sentirse seguro a nuestro lado. Con cariño, paciencia y un poco de dedicación conseguiremos progresos importantes día a día, disfrutaremos de nuestro loro gris y él será un loro feliz a nuestro lado.



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